jueves, 9 de septiembre de 2010

Zapateros







El que esté libre de culpa,
que se quite los zapatos.
Pero el que los tiene puestos,
¡Venga! Lo saco a bailar...

lunes, 14 de junio de 2010

Flashes

Aburrida del tono zurdito que adquiere cuando se siente sensata, ese día se puso a pensar un par de ideas modernas y acordes a la nueva temporada: así fue cómo la piba con delirios de grandeza se compró unos rollers, se calzó su mp3, y salió a estrenar la bicisenda, tarareando a Milly Vanilly.
♫ Babyyy, don´t forget my numbeeer ♫.

lunes, 3 de mayo de 2010

Ánima

En el fondo todos sabemos que vamos a seguir haciendo lo que hacíamos. Que la rutina es una fuerza que nos hace seguir rodando, y que los quehaceres te acomodan la mirada en otro lado. Y en uno, diez, treinta, cien días, la cabeza recupera la perspectiva y volvemos a encarar nuestros sueños, nuestras obligaciones, y todo eso que nos hace rodar por la vida.

Pero hoy no.

lunes, 12 de abril de 2010

Retratos: El Pibe Dinamita

El Pibe Dinamita baila cuarteto como los dioses, en cambio yo tengo rodillas torpes. Me gusta verlo enroscar los brazos y dar pasitos cortos mientras revolea la cabeza con los ojos casi cerrados. Entra en trance al primer repique, y a mi me encanta tratar de seguirlo.
Tiene rituales sencillos. Cuando no baila, canta, y cuando no canta, duerme la siesta. Sabe cebar mate, pero lo toma dulce. Tiene pies chiquitos y usa zapatillas de lona, que casi siempre están sucias.
El Pibe Dinamita no habla mal de nadie, no grita y sabe cosas curiosas. Tiene una técnica para escupir formidable: compacto, rápido y preciso. Nunca vi algo así, si fuese un deporte olímpico sería el crack de los escupitajos.
No le gustan las cosas nuevas, y los días hábiles siempre tiene sueño. Hace mucho que no lo veo bailar, y eso, la verdad, es una lástima.

Retratos: Lulú

Muy pocas veces vi llorar a Lulú, pero cuando llora se me parte el alma. Los ojos se le curvan para abajo y se le arruga la pera. Y no hay nada más antiestético que una pera arrugada, pero la de Lulú cuando está triste es como los anillos de un árbol: pareciera que cada arruga es una pena.

– Todo es una mierda–, me dijo el otro día.

Lulú es una entusiasta negativa. Porque aunque todo le parezca una mierda, ella igual se caga de risa. Por eso cuando llora me callo. Y ella tampoco habla. Se queda en silencio con la cabeza en alto. Lulú no baja la cabeza cuando llora, eso me llama la atención. Le cuesta dejar salir las lágrimas, es como si las estuviera pariendo una por una con dolor.

Nunca voy a saber qué la hace llorar, porque Lulú miente sin querer, al menos conmigo. O quizás ella tampoco sabe.

Lulú es tan linda cuando llora, pero cuando se caga de risa es mucho mejor.

Pequeñas reflexiones...


"Y sí... la vorágine de la vida actual me tiene preocupada, uno no sabe dónde está parado; un día estás acá y mañana...¡andá a saber! La gente está muy nerviosa, llena su vida de cosas superfluas y se olvida de los verdaderos valores. Salís a la calle y es como ver jugar al ping pong a dos chinos: sabés que algo se mueve, pero no alcanzás a reconocer qué es. La gente está apurada, el tiempo no alcanza... nada alcanza, nada es suficiente. Suben y bajan acciones, inflación, hiperinflación, ¡superhiperinflación!...el precio del gas, la carne, ¡suben los tomates!...uranio en Irán, bombas en Israel, mercosur, indec........¡ah! y a propósito...¿me alcanzarías la bola de fraile?".